martes, 11 de marzo de 2014

Jaime Saenz - Discurso de bienvenida pronunciado por "El Castellano".


Jaime Saenz Guzmán "El Castellano" con Alfonso Barrero Villanueva "El Alquimista"

¡Majestades Imperiales, altezas reales! ¡Nobles Damas, valerosos hidalgos!
¡Bienvenidos a Montecarlo!
Misteriosos Mandatos os han reunido esta noche en Montecarlo; en orgulloso aunque ruinoso castillo, al que habéis acudido sin que os importara compartir un mismo techo con trovadores y adivinos; con monjes tabernarios, con astrólogos, rufianes, bandidos y alquimistas; con brujos, ballesteros y poetas, con asesinos y forajidos que aun el patíbulo rechaza!
¡A todos vosotros, de todo corazón os doy la bienvenida en mi morada; en ámbitos ahora tenebrosos y vacios, tan solo poblados de melancólicos fantasmas donde cada partícula del aire que respiráis os hará evocar rumorosas juventudes, pretéritos tiempos ya idos y para siempre jamás perdidos!
Al tañido de laudes sepulcrales; al grave conjuro de cavernosas cornamusas que resuenan ya en ocultas calaveras carcomidas, las cuales no son otras que las nuestras; la tentación inmortal  y sempiterna os llama a regocijaros en orgiástico abandono!
¡Pero, cuidado!
Habéis de tener presente que la realidad de una noche en Montecarlo es como el pan de cada día; algo que jamás se repite. ¡Es como la muerte!
¡Majestades Imperiales, altezas reales! ¡Profetas, nigromantes, soldados de Lucifer, saltimbanquis y mendigos, salteadores y juglares; gente de avería, hez de la humanidad!:
¡Yo os conjuro a danzar entre risas y suspiros, en alas de la oscuridad y del olvido.


Una noche en Montecarlo, Sábado de Tentación. 3 de marzo de 1979, Jaime Saenz

No hay comentarios:

Publicar un comentario