jueves, 20 de septiembre de 2012

Georg Trakl - A los enmudecidos.




Poeta austriaco nacido en Salzburgo en 1887.

Desde muy joven alternó el trabajo como farmaceuta con su afición por la literatura, fundando con varios amigos el grupo literario Apollo y escribiendo algunos poemas que fueron publicados en el prestigioso periódico "Neues Wiener Journal". En 1910 obtuvo el título de Magister der Pharmazie por la Universidad de Viena.

Aunque su afición por el alcohol y el cloroformo le produjeron graves cambios de personalidad, su obra literaria, influenciada por autores como Rimbaud, Hölderlin y Novalis, osciló entre el expresionismo y el simbolismo, y se convirtió en  un gran legado para generaciones posteriores.

Durante la primera guerra mundial participó en la batalla de Grodek, lo que le produjo una crisis nerviosa que le condujo al hospital psiquiátrico de Cracovia, donde se suicidó con una sobredosis de cocaína el 3 de noviembre de 1914.


A los enmudecidos.

Ah, la locura de la gran ciudad cuando al anochecer,
junto a los negros muros, se levantan los árboles deformes
y a través de la máscara de plata se asoma el genio del mal;
la luz con látigos que atraen ahuyenta pétrea noche.
Oh, el hundido repique de las campanas del crepúsculo.

Ramera que entre escalofríos alumbra una criatura
muerta. La ira de Dios con rabia azota la frente de los poseídos,
epidemia purpúrea, hambre que rompe verdes ojos.
Ah, la odiosa carcajada del oro.

Pero una humanidad más silenciosa sangra en oscura cueva
forjando con metales duros el rostro redentor.

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