Un alarido lánguido es tu canto en el cadalso.
Un alarido lánguido es tu canto en el cadalso
Poeta de letras tristes
Que sueñas costas bolivianas
Y sonrisas de crepúsculos.
Un aventón de quince verstas en el camino
En una marcha de árboles que caen
Y conocen el negro-noche
-Dicha inmensa-
No como sus desgraciados hermanos de plaza pública
Que no duermen y enloquecen
Huelen a orín
Y son testigos mudos de historias trágicas.
Y suceden las imágenes en el horizonte
Difuso-Ancho-Lunático
Con su interminable línea de perros muertos.
Y se me ha extraviado la cornucopia
En una noche densa de luna gorda
Compartida con vagabundos de brazo sísmico
Y labios que florecen de violetas.
Y recorro las calles que jamás llegaré a conocer
Mientras una brisa peina mi cabello
Y consumo un cigarrillo
Contemplando el paraíso de los idiotas.
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